Casa

La Reserva

El proyecto responde a tres condicionantes de las cuales está sujeto para su ejecución: El volumen y la geometría como reinterpretación de un lenguaje contemporáneo, el contraste entre lo pétreo y lo natural en búsqueda de la levedad, y la vivienda unifamiliar inscrita en un entorno natural.

La montaña como condicionante.

El proyecto se encuentra en un entorno que presenta un clima subtropical de montaña ubicado en Rionegro, departamento de Antioquia; en general, su temperatura oscila entre los 10 y los 25 grados centígrados, aquí la pregunta es clara ¿Cómo construir un espacio acogedor en un medio tan variable?

El juego volumétrico está ligado a la selección material; su virtud mayor es la consecuencia. El proyecto es la necesidad de ejecutar una reforma, de esta manera, la geometría y el desarrollo programático se deben ajustar a las preexistencias sin dejar a un lado la premisa de adoptar un lenguaje contemporáneo en el diseño propuesto.

Juego de tensiones.

El contraste de los materiales es el resultado de una necesidad por la adaptabilidad en el trópico, el primer nivel busca liberarse del monolito y construye un basamento permeable, la selección de la madera y el vidrio son el punto de partida para responder a dos interrogantes: Cómo liberar la planta y permitir corrientes visuales y bioclimáticas en un proyecto residencial, y cómo desligar el anonimato de la masa para permitir dinámicas domésticas en relación con el afuera y el adentro.

Bajo este argumento, la selección de la piedra sinterizada para el segundo nivel y la construcción de un volumen pétreo, que acompañan los usos más privados de la vivienda, es consecuente con el resultado que arroja el proyecto como ejercicio formal.

Casa

La Reserva

Al interior el bloque se horada y construye espacios contestatarios con respecto a la geometría robusta que la compone. Juegos a doble altura, el manejo de la luz natural, la calidez de la madera, el uso de alfombras y la delicadeza de los accesorios internos aportan al juego de contrastes y tensiones que propone la casa. La ubicuidad, la adaptabilidad y la geometría pura permiten que La Reserva sea una posibilitadora para asumir la vivienda como intermediaria entre el cambio y la permanencia.